Hoy, 27 de abril de 2010 comprobé empíricamente que soy una desgracia en el baile... usando esa palabra como 'sin-gracia', obviamente... así he reforzado la idea del por qué por muchos años he decidido que sin copete no bailo... jejeje, suena tonto pero es cierto, di tanto bote que me dio vergüenza ajena verme en el espejo (que por cierto no ayudaba en nada a mi 'super' silueta)... eso me hizo pensar lo necesario que es aprender a bailar... sin desearlo uno se convierte en el foco de miradas, y no por los pasos de antología dignos de Tony Manero, sino que por ser una masa arítmica que cree que lleva el compás de la música con los pies... NOOOOOO, 'farso, farso, farso'... te conviertes en el chiste del lugar, y sólo porque crees que el bailar no es algo fundamental... si llevo el ritmo en la voz, sé marcar compases, por qué entonces no puedo bailar??? será que no fui bendecida con ese don??? creo que seguiré siendo la niña del rincón que espera a que las luces bajen, el alcohol distorsione un poco la percepción y que mi compañero de baile no sea un as en la pista para hacer una entrada triunfal... definitivamente, el baile no es mi fuerte... pero: y qué si te piso??? o si choco con la pareja del lado??? o no me sé los pasos???... por qué todos estigmatizan al no-danzarín??? como si se llevara el ritmo en la sangre... ja!... de ahora en adelante tomaré una actitud hardcore de 'no importa nada'... que salga lo que salga, en la actitud está la gracia.
